🦮 Roselle: el faro de calma en el caos del 11 de septiembre
Era un martes cualquiera, 11 de septiembre de 2001. En el piso 78 de la Torre Norte del World Trade Center, Michael Hingson, totalmente ciego de nacimiento, trabajaba junto a Roselle, su compañera de cuatro patas y guía fiel. Todo transcurría con normalidad, hasta que a las 8:45 a.m. un avión impactó 18 pisos por encima de ellos.
Roselle no dudó ni un segundo. Con serenidad inquebrantable, sacó a Hingson y a unas 30 personas más por la escalera de emergencia: 1,463 escalones a oscuras, entre humo, escombros y un estruendo apocalíptico.
Una vez en el vestíbulo, la segunda torre colapsó. Polvo y fragmentos llovieron sobre ellos. Sin perder el pulso, Roselle condujo a su dueño hasta una estación de metro cercana.
“Roselle se mantuvo totalmente enfocada en su trabajo… incluso cuando los escombros caían alrededor.” — Michael Hingson
Durante la evacuación, su presencia fue crucial. Mientras muchos entraban en pánico, Roselle transmitía seguridad y calma. Incluso reconfortaba a otros sobrevivientes, acercándose, lamiendo sus manos, como si supiera que lo necesitaban.
Después de ese día, Roselle se convirtió en símbolo de esperanza. Su historia fue contada en entrevistas, televisión y en el libro Thunder Dog, escrito por Hingson. En 2002, recibió la Medalla Dickin, máxima distinción animal del Reino Unido.
Falleció en 2011, a los 13 años. En su honor, Michael creó la Roselle’s Dream Foundation, una organización que apoya a personas ciegas para alcanzar sus sueños.
El 11 de septiembre dejó cicatrices, pero también memorias de valor. Roselle fue una luz silenciosa entre el humo. Un verdadero héroe
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